Los cheats y easter eggs no son solo trucos para facilitar un juego o esconder secretos
son una parte fundamental de la historia gamer. Desde los años 80 y 90, los desarrolladores escondían mensajes, niveles secretos y habilidades especiales que hoy se consideran icónicos.

Este artículo explora cómo surgieron estos secretos y cuáles se volvieron los más famosos.
Los primeros cheats en la historia
- Los cheats surgieron por necesidad: los programadores dejaban códigos secretos para testear los juegos sin morir constantemente.
- Con el tiempo, algunos se dejaron activos en la versión final, como vidas infinitas, invencibilidad o desbloqueo de personajes.
- Ejemplo clásico: Konami Code (↑↑↓↓←→←→BA), que apareció en Gradius y popularizó la idea de un código secreto universal.
Los easter eggs más famosos
- Atari 2600 – Adventure (1979): el primer easter egg conocido, donde el programador escondió su nombre dentro del juego.
- Doom (1993): niveles secretos, mensajes ocultos y modos “fun” que rompían la cuarta pared.
- Sonic the Hedgehog 2 (1992): zonas secretas y rutas ocultas que desafiaban a los jugadores más curiosos.
- Grand Theft Auto (1997 en adelante): códigos para vehículos, armas y trucos que se convirtieron en tradición de la saga.
Por qué eran importantes
- Aumentaban la rejugabilidad y daban horas extra de diversión.
- Fomentaban la cultura gamer, porque se compartían por revistas, amigos y comunidades locales.
- Muchos easter eggs eran guiños de los desarrolladores hacia los jugadores, mostrando creatividad y humor.
Legado de cheats y easter eggs
- Hoy los juegos modernos incluyen easter eggs como homenaje a los clásicos.
- Los códigos todavía se usan en títulos retro y remasterizados, manteniendo viva la nostalgia.
- Han inspirado a toda una generación de gamers a explorar cada rincón de un juego buscando secretos.
Conclusión:
Los cheats y easter eggs son más que trucos: son una tradición de creatividad y curiosidad que conecta a jugadores y desarrolladores. Descubrir un secreto oculto en un juego retro era, y sigue siendo, una de las experiencias más memorables de la cultura gamer.